Consultoría vs Trabajo Interno

Las empresas enfrentan la disyuntiva de atacar proyectos tales como renovación de operaciones, crecimiento, implantaciones tecnológicas con personal interno o mediante la contratación de empresas especializadas que les ayuden durante el proceso. Como cualquier decisión de negocios existen diferentes escenarios y soluciones para escoger. Debemos partir de una premisa empresarial; cualquier proyecto que hagamos tiene que generar valor ya sea mediante el incremento de eficiencias en la operación o con el desarrollo de ventajas comparativas. Que al final, significa que los proyectos tiene que ser rentables, por cada unidad de inversión tengo que obtener de regreso la unidad de inversión más un premio, no importando el tiempo de retorno, cada proyecto tiene el propio. Si nuestro proyecto genera pérdidas podemos decir que no cubrió el objetivo del negocio. Tal vez logró otros objetivos pero el principal no.

Si el proyecto lo atacamos de forma directa contratando como empleados a los integrantes del equipo más allá de las implicaciones fiscales, las implicaciones de experiencia, integración de equipo, cohesión, estandarización y flexibilidad no se obtienen de un día para el otro por agrupar a la gente. El tiempo suele ser largo para que se puedan considerar un equipo de trabajo. Sin embargo asumamos que se logra la integración y experiencia en un periodo breve. Ahora nos enfrentaremos al problema de qué hacer con ese personal al finalizar el proyecto. Algunos integrantes podrán ser reubicados en la empresaria y el grueso del equipo tendrá que ser despedido.

Al hacerlo mediante grupos de consultoría los beneficios son de inmediato, si la selección del proveedor es acertada, la conformación e integración del equipo de trabajo es breve, los resultados se obtienen con facilidad y al terminar no hay que reubicar o despedir.